La RSE, más que siglas

Últimamente la RSE o el término RSE ha estado  siendo muy utilizado tanto por las empresas, la comunidad, ONGs y por los gobiernos.  Se sabe que es de importancia para las personas y generalmente se le relaciona a actividades de protección del medio ambiente por las empresas, también se dice que son actividades de lavado de imagen que ocupan las empresas o simplemente se la relaciona con acciones de filantropía, pero la RSE es mucho más que eso.

Antes de empezar a hablar de RSE es importante saber y/o conocer que significa este término y que implica, la importancia para las empresas y las personas en general.  En algunas definiciones encontradas en internet la RSE se define como:

·         Acción RSE.cl: “Una visión de negocios, necesaria para la sustentabilidad y competitividad de las empresas, que integra armónicamente el desarrollo económico con el respeto por los valores éticos, las personas, la comunidad y el medio ambiente, en toda la cadena de valor”.

·         Fundación Pro Humana.cl: “La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es la contribución al desarrollo humano sostenible, a través del compromiso y la confianza de la empresa hacia sus empleados y las familias de éstos, hacia la sociedad en general y hacia la comunidad local, en pos de mejorar el capital social y la calidad de vida de toda la comunidad”.

En si la RSE es el hacer negocios basados en principios éticos y apegados a la ley, donde la empresa tiene un rol ante la sociedad y más aún ante el entorno en el cual opera.  La RSE no es una cultura de filantropía ya que la empresa no busca ser una obra benéfica (su función es ser rentables).  Lo que busca la RSE es que las empresas adopten una postura activa y responsable en torno al impacto de sus operaciones.  Este estilo o forma de hacer empresa, le garantiza a la empresa una mayor sostenibilidad a lo largo del tiempo, además de un crecimiento económico, que es lo que busca.

El rol que le toca a la RSE en una empresa es hacer que esta tenga un desarrollo sostenible, es decir, a favor del equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales y el medio ambiente.  Para las empresas es importantísimo enfrentar estos retos de mantener el equilibro de sus actos y el entorno, ya que muchas veces de ello depende su funcionamiento o que sea reconocida por la sociedad.

El objetivo principal que persigue la responsabilidad social empresarial radica en el impacto positivo que estas prácticas generen en los distintos ámbitos con los que una empresa se relaciona, al mismo tiempo que contribuya a la competitividad y sostenibilidad de la empresa.

Las empresas tienen la responsabilidad de conocer su entorno, en donde operan, no solo geográficamente sino el conjunto de reglas y leyes en las que opera, el impacto directo e indirecto que esta pueda causar; debe conocer las personas y/o actores con los que se involucra  o interrelaciona, los llamados “públicos de interés” que son a los que afectan directamente, de manera positiva y/o negativa, las operaciones de las empresas; las responsabilidades de las empresas no son solamente externas, también debe preocuparse de su cliente interno o público interno como los colaboradores, empleados, accionistas, etc.… Es tan o más importante ser responsable con sus colaboradores internos, ya que ellos hacen posible que el negocio funcione, son el alma de la empresa.

La decisión de hacer de las empresas socialmente responsables es totalmente estratégica ya que tiene un fin que es el de rentables en el tiempo, lo que les generará:

1.       Mayor Productividad.

2.       Lealtad de los Clientes.

3.       Acceso a mercados.

4.       Credibilidad y reputación.

5.       Reducción de costos.

6.       Disminución de riesgos.

Por lo tanto la mirada de la RSE  es claro: el crecimiento de las empresas debe estar vinculado al desarrollo de sus trabajadores y de las sociedades donde opera.  La RSE apunta a considerar a las empresas o negocios como interdependientes con la sociedad y el medio ambiente.

No hay un modelo único a aplicar, sino que el enfoque de cada empresa debe estar adaptado a su propio contexto y estrategia particular. El objetivo de la gestión con enfoque RSE es que cada actividad realizada por las empresas genere el máximo valor para éstas y para la sociedad.

Ahora, las preguntas que deberíamos hacernos como sociedad son: ¿Están las empresas cumpliendo a cabalidad con las políticas de RSE? ¿Son tan sinceras o que tan efectivas son  las estrategias adoptadas por ellas? ¿Estarán solo limpiando su imagen? ¿Cómo me veo yo o la sociedad beneficiado con lo que implementen las empresas?  Estas son las inquietudes que toda sociedad consiente, responsable e informada debería hacerse.

 Pero ahí es donde estamos “al debe”, ya que como sociedad pocas son las entidades y/o personas que se preocupan de ser responsables con nuestro entorno, de cuidar los recursos que tenemos y velar por que eso ocurra, donde muchas veces hacemos lo más cómodo que es dejar que se vulneren nuestros derechos como sociedad, teniendo la “cara” para exigirle a las empresas que cuiden y velen por nuestros beneficios personales y sociales,  ese es el gran “debe”, ese en el que no hemos sido capaces de cuidarnos y cuidar lo que tenemos.